viernes, 7 de febrero de 2014

"La Chica de Hielo" Capítulo 4

Holaa mis queridos lectores, pues el día de hoy les vengo a dejar el cuarto capítulo de mi novela, quizá mañana suba también el capítulo 5 pero no es seguro. Pues espero que les guste y les pido de favor que me dejen comentarios con sus opiniones, se los agradecería mucho gracias por leer ;)


CAPÍTULO 4

De regreso a casa solamente me quedo pensando en cómo esa niña me dijo que mi alma era fría, ¿a qué se refería?, no logro comprenderlo y la verdad prefiero hacer a un lado ese tema. Cuando llegamos a la casa, subo rápidamente las escaleras y oigo como mi hermana grita:
   ¡Alyssa! ¿estás bien?—no le respondo, me limito a seguir subiendo las escaleras.

En el momento en el que pongo un pie en mi alcoba, azoto la puerta y me dejo caer en la cama. ¿Por qué están pasando estas cosas tan extrañas?, en serio, ¿qué me está pasando?, no tengo idea de por qué me siento así, pero estoy enojada, muy enojada.
 Quiero romper algo, estoy muy frustrada de tantas preguntas que me agobian y no obtengo respuesta.
Tengo que decirle a mi hermana, quizá ella me pueda ayudar… pero, ¿qué le diría?, “Oye Bri, tengo que contarte que no sé como rayos pasa pero puedo congelar cosas y tengo un alma fría”, eso sería ridículo, no puedo decirle, no puedo, me internaría en un manicomio.
Supongo que voy a tener que esperar, tal vez esto sea parte de la adolescencia, si debe ser algo de hormonas o algo así, « ¿pero qué piensas Alyssa?, cómo si todos los adolescentes de quince años fueran así », me digo a mí misma.
Me hago un ovillo en la cama y cierro los ojos tratando de dormir, después de un rato lo consigo.

Estoy sentada en una esquina de aquel salón de cristal, me siento distinta, me siento como... más ligera. Miro mi reflejo en una pared y abro los ojos como platos sorprendida, llevo puesto un vestido blanco de seda fino muy bello, mi cabello me cae por los hombros de una manera muy atractiva y mis ojos se ven radiantes, estoy…, me veo…

   Muy hermosa—responde alguien detrás de mí, doy la vuelta rápidamente.
Es él, es el chico que ha estado en cada uno de mis sueños, sigo sin poder verle la cara, ¿quién será?
   ¿Otra vez tú?—respondo cortante. Suelta una risita y se acerca a mí lentamente.
   Tienes un carácter muy pesado ¿lo sabías?—dice con una sonrisita en sus labios. Me encojo de hombros.
   ¿Quién se supone que eres?—pregunto con algo de frustración en mi voz.
   Y… ¿quién se supone que eres tú?
   Yo hice la pregunta primero, aparte tu sabes mi nombre, no sé por qué preguntas—niega con la cabeza.
   No puedes saber—dice serio.
   ¿Por qué no?—pregunto enojada— tengo que saber tu nombre si te vas a aparecer en mis sueños cada vez que duermo—se rie.
   No lo entiendes…
   ¡No, ya basta ¿sí?, estoy harta de que te aparezcas en mis sueños a cada rato e intentes matarme…!
   ¡No intento matarte!—grita interrumpiéndome.
   ¡Claro que sí!
   ¡No es verdad, tú eres la que me agrede cada vez que quiero decirte algo… y es obvio que me tengo que defender!—dice frustrado.
Pienso en la primera vez que apareció y como yo lo ataqué primero cuando intentó acercarse a mí.
   Pues… me hubieras dicho antes ¿sabes?—rueda los ojos, parece enojado.
   Eres irritante—dice en voz baja y muy serena.
   Y, ¿qué era lo que intentabas decirme?—pregunto por fin.
   Todo a su tiempo Alyssa, todo a su tiempo
 
Abro los ojos. Los rayos de luz de la mañana entran por una pequeña rendija de mi ventana. 
Escucho voces y pisadas en la planta baja. La mudanza debe haber llegado por nuestras cosas. Sigo llevando la ropa de ayer ya que dormí con ella. Bajo las escaleras y veo como mi hermana está dando indicaciones a los trabajadores que cargan los muebles. Me acerco a ella con pasos rápidos.
   ¡Con cuidado con esa lámpara!—grita y hace una mueca, cuando me ve se pone seria— hola Aly
   Hola— digo igual de seria.
   ¿Quieres desayunar?
   No tengo hambre gracias—respondo y esbozo una sonrisa.
   ¿Estás mejor?—pregunta seria. Levanto una ceja— ya sabes, ayer parecías molesta y no sé por qué
   Amm… si yo, estoy mejor
   Ya veo—sonríe y me da un abrazo— puedes contar conmigo para lo que sea ¿sabes?
   Si lo sé—respondo abrazándola— gracias Bri—me suelta y asiente.

Cuando me suelta, me dirijo a las escaleras. Entro a mi cuarto y lo veo con atención, solo está mi cama y el ropero. Mi hermana me había dicho que mañana cuando nos vayamos se van a terminar de llevar el resto de los muebles.Necesito una ducha. Agarro mi toalla, y salgo de mi cuarto para ir al baño. Cierro la puerta detrás de mí y abro el grifo de agua caliente mientras espero, pienso en mi sueño. Ese chico no se cansa de hacerse el interesante, pero qué más da, es solo un sueño, el en realidad no existe, no sé por qué me preocupo tanto.Entro en la regadera y me doy una ducha rápida. Cuando salgo, veo a unos trabajadores salir de mi cuarto cargando mi cama, se me quedan viendo apenados, traigo solamente mi toalla enrollada, lo que deja mis piernas al aire. 
Me pongo roja como un tomate y entro rápidamente al baño de nuevo. ¡Qué vergüenza!

Cuando pasan unos minutos asomo la cabeza por la puerta y veo que no hay nadie. Salgo corriendo del baño hacia mi cuarto y cierro de un portazo. Me doy la vuelta y saco unos jeans del armario, después saco una playera ajustada azul y vuelvo a ponerme los tenis de ayer. Desenredo mi cabello mojado aún mojado y salgo de mi cuarto para bajar y hablar muy seriamente con Bri.

Cuando la veo, me dirijo con paso firme hacia ella, cuando me ve frunce el ceño, le agarro el brazo y la arrastro hacia la cocina.
   ¡Alyssa! ¿cuál es tu problema?—me grita soltándose de mí.
   ¿Cuál es mi problema?, mi problema es que pensé que las camas y todos los muebles de la planta de arriba se los iban a llevar mañana.
   No sabía que querías tanto tu cama—dice y luego se va relajando— lo siento hubo un cambio de planes, no vamos… hoy—me quedo perpleja— se me había olvidado decírtelo, no pongas esa cara
   No es la mudanza lo que me molesta, ¿por qué no me contaste?
   Perdón, se me pasó, ¿por qué estás tan molesta?
   Porque sí me hubieras dicho antes, hubiera podido evitar… un incidente
   ¿Qué pasó?—pregunta alzando una ceja.
   Ammm… bueno yo iba saliendo de bañarme y…—me pongo roja—solo llevaba la toalla puesta…—mi hermana suelta una fuerte carcajada como si supiera ya lo que pasó— ¡no te rías!
   Lo siento—dice tratando de aguantar la risa, sin éxito.
   ¡No es gracioso Bri!
   Si lo es—dice entre una carcajada.
De repente entra un trabajador a la cocina… ¡oh no!, es uno de los que me vio en toalla.Cuando me ve se sonroja y yo me pongo roja de vergüenza.
   Señorita, solo quería decirle que ya están todas las cosas listas—dice nervioso.
   Perfecto, nos vamos en cuanto Aly  empaque sus cosas—mi hermana me echa una mirada—Aly, ve a empacar tu ropa
En cuanto lo dice salgo disparada de la cocina porque no quiero estar con ese tipo ahí. Subo a mi cuarto y cuando entro veo que mi ropa está en el suelo. ¿Se llevaron el ropero y tiraron mi ropa en el suelo?, ¿cuál es su problema?
Voy al cuarto de Bri por una maleta, está vacío y al parecer ella ya hizo su maleta, de hecho, hizo tres maletas. Claro, yo no sabía que nos íbamos hoy, también dejó una maleta para mí al lado de la suya. 
La agarro de mala gana y voy de nuevo a mi cuarto y empiezo a doblar y meter la ropa en la maleta. No tengo tanta ropa y aparte la que ya no quería la llevamos ayer a la casa hogar, donde la niña me dijo…
Niego con la cabeza, debo haber imaginado que lo dijo. 
Cuando estoy doblando prenda por prenda, veo un vestido naranja de tirantes, es muy bonito pero seguramente a Bri le quedaría mucho mejor que a mí. Cuando termino con la ropa, veo que ya no hay espacio en la maleta y aún tengo unas otras cosas que meter.Voy de nuevo al cuarto de Bri para ver si no hay otra maleta, pero ya no hay más.
 Bajo para preguntarle a mi hermana si hay otra maleta desocupada
.   Bri, ¿hay otra maleta que pueda ocupar?
   Emm… creo que sí, fíjate en el cuarto de mis padres, creo que ahí hay dos
   Bien—digo soltando un bufido.
Subo las escaleras y me encamino al cuarto de mis padres. Cuando estoy frente a la puerta me quedo ahí.Hace meses que no entro aquí. Abro la puerta despacio y en ese momento me llega el olor del perfume de mamá, cuando está completamente abierta veo que ya no hay nada excepto el ropero, lo abro y hasta abajo veo una maleta roja, la agarro y salgo del cuarto veloz.
Termino de empacar todos mis zapatos, perfumes y unos cuantos portarretratos.
   ¡Alyssa ya es hora, debemos irnos!—grita mi hermana desde el piso de abajo.
   Bajo en unos minutos—antes de salir me hago una coleta en lo alto de la cabeza.
Agarro el par de maletas y veo mi cuarto desde la puerta por última vez y luego la cierro.Me encuentro con Bri abajo y me ayuda a subir mis maletas al auto. Me quedo unos segundos en la sala. « Esto es el adiós, mamá y papá », salgo de la casa antes de que empiece a llorar y subo al auto.
Mi hermana entra después de un rato con unas hamburguesas. Supongo que son por si nos da hambre en el camino. Cierra la puerta del auto y lo enciende.
Me mira y sonríe.
   ¿Estás lista?—pregunta feliz.
¿A caso estoy lista para esto?, ¿para cambiar de vida?, ¿para dejar los recuerdos?, ¿para… dejar a mamá y a papá?Después de un rato de silencio, me obligo a devolverle la sonrisa y respondo:
   Sí, estoy lista


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